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Trucos para quitar las manchas de la corbata

La corbata es uno de los complementos esenciales para la vestimenta formal, ya sea para ir a trabajar a diario o para otros eventos especiales como bodas, bautizos o comuniones. Sin embargo, también es una de las prendas que más fácil se mancha, sobre todo cuando estamos comiendo y salpica una mancha de comida o de bebida.

Los tejidos de las corbatas suelen ser muy delicados, especialmente si es de seda, por lo que necesitan de unos cuidados y un proceso de limpieza algo más específico, y no vale simplemente con meterla a la lavadora (esto no se debe hacer bajo ningún concepto, y menos aún, utilizar la secadora).

Como es habitual en las cuestiones sobre manchas, lo ideal es solucionarlo cuanto antes posible, ya que, de lo contrario, cuanto más tiempo pase, más difícil será de eliminar y más peligro corre la corbata de estropearse y perderla.

Lo segundo que debes tener en cuenta para el cuidado de las corbatas es que nunca se deben guardar con el nudo hecho. Es verdad que hacerlo de esta forma ahorra mucho tiempo y es muy útil para gente que no sabe hacer el nudo por sí solos, pero esto acaba estropeando el tejido y la vida de la corbata se reduce considerablemente.

En el caso de que no sepas hacer un nudo o no tengas a nadie quien te ayude, en vez de dejar el nudo hecho cada vez que te la quitas, es más recomendable recurrir a lo que se conoce como “corbatas de seguridad”. Este tipo de prenda se llama así, porque suele ser utilizada por el personal de seguridad para evitar situaciones que puedan poner en peligro su integridad.

Cómo limpiar una corbata de seda

El material más comúnmente utilizado para las corbatas es la seda, un tejido muy elegante y bonito, pero también muy delicado y que hay que tener mucho cuidado a la hora de limpiar. La limpieza más básica es con vapor de la plancha, en los casos en los que no haya ninguna mancha evidente, pero la hayas utilizado muchas veces y quieras darle una pasada.

Coloca la corbata sobre la tabla de planchar, con la plancha a máxima temperatura, y la pasas por encima (a dos dedos de la corbata, sin que nunca llegue a tocarla) aplicándole el vapor para desinfectar. Gracias a este truco, se puede mantener en buenas condiciones durante muchos años.

El principal problema con las manchas de comida son las que contienen grasa, que es lo que hace que sea tan difíciles de eliminar. Para estos casos, lo mejor es utilizar polvos de talco, que ayudan a absorber dicha grasa. Deja que haga efecto durante una o dos horas, y si la grasa sigue ahí, vuelve a echar más polvos. La mancha no desaparece por completo, pero sí que quita la parte más complicada.

Para las manchas que no tengan mucha grasa, se suele utilizar agua carbonatada, pero esto no es nada aconsejable para las corbatas de seda, porque este material se daña fácilmente y pueden quedar puntos con agua. A la hora de aplicar el agua carbonatada, no hagas mucha presión sobre la mancha para no estropear la tela.

Cómo limpiar una corbata de otros materiales

En el caso de que la corbata no sea de seda, hay que tener en cuenta otras cuestiones. Por ejemplo, si es de algodón, no se debe utilizar agua caliente, porque esto hace que encoja y al final acaba perdiendo su aspecto original. Lo recomendable es lavarla a mano y con jabón neutro, y hacerlo con mucho cuidado, sin movimientos bruscos ni haciendo demasiada presión.

Para los materiales sintéticos, como el poliéster o la licra, hay que poner especial atención al proceso de secado. Es aconsejable dejar que la corbata se seque sobre una superficie horizontal y no colgada en vertical, ya que de esta forma puede deformarse con el paso del tiempo y de los lavados. También se consigue evitar que quede la marca de la pinza.

Siguiendo estos sencillos consejos, tendrás tu corbata limpia para cada ocasión que necesites ponértela y, además, evitas que se estropee y conseguirás que te dure el máximo tiempo posible.

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