La conciliación de la vida laboral y personal es cada vez más complicada. Conseguir éxito profesional, ser buenos padres, tener una vida social activa o mantener la chispa en la pareja hoy en día es todo un reto. ¿Por qué sucede esto?
La sociedad cambia a una velocidad de vértigo. Para comprobarlo no hay nada más que echar la vista atrás unos años y apreciar cómo ha cambiado la concepción de familia tal y como la conocemos hoy en día.
Como todos sabemos, tradicionalmente en el reparto de los roles familiares el hombre se dedicaba a la producción y la mujer a la reproducción, es decir, el papel de las mujeres estaba limitado básicamente a las tareas del hogar y a cuidar de los niños, mientras que el hombre trabajaba para asegurar estabilidad a la familia.
¿Qué ha ocurrido en los últimos años? Madres solteras, matrimonios homosexuales, inserción de la mujer al mercado laboral, equilibrio del reparto en las tareas del hogar, aumento de la esperanza de vida o matrimonios exprés, entre muchos otros.
Al mismo tiempo, la publicidad nos bombardea con hombres y mujeres que deben tener éxito profesional, dedicar total atención a sus hijos, practicar deporte regularmente para mantener su salud, estar físicamente atractivo gracias a miles de productos, viajar, tener una vida social y sexual activa, no descuidar a nuestros mayores y ser el matrimonio perfecto.
Pues bien ¿de dónde sacamos tiempo para hacer todo esto? ¿Es posible conciliar todas estas facetas de nuestra vida?
Un estudio español ha puesto de manifiesto que el 35% de los españoles tiene que sacrificar horas de sueño para lograr esta conciliación. Esto a largo plazo conlleva consecuencias directas que inciden en el bienestar y la calidad de vida de la persona.
Problemas como la alteración de los ritmos de sueño, el estrés, la irritabilidad, la falta de rendimiento por agotamiento o la baja autoestima por no lograr todos estos objetivos son muy comunes en nuestra sociedad hoy en día.
Por qué es tan complicado en la actualidad conciliar la vida laboral y familiar.
– El marco legal aún no se ha adaptado a los nuevos cambios sociales. Es necesaria la creación de un marco legal que permita la igualdad de oportunidades y la implantación de un equilibro en el reparto de responsabilidades familiares.
Aquí irían incluidos los permisos de maternidad y paternidad, reducción de jornada por cuidado del hijo, permiso de lactancia, adaptación de horarios que nos permitan atender las necesidades de los hijos o prevención de riesgos para la salud y cuidados de la madre y el bebé.
Aunque se ha avanzado mucho en esta materia, todavía su implantación no es del todo efectiva y tiende más a cargar el peso del cuidado del hijo solamente en la figura materna descuidando la figura paterna.
– El mercado laboral todavía no ofrece completa igualdad entre hombres y mujeres. Pese que las mujeres se han incorporado al mundo laboral, el mayor peso de las tareas del hogar y el cuidado de los hijos sigue recayendo en ellas según un estudio.
Además, las mujeres entre 25 y 45 años corren más riesgo de discriminación por encontrarse en una etapa con gran probabilidad de embarazo.
– Falta de guarderías en el trabajo y con horarios compatibles. La jornada completa y las escasas empresas que proporcionan guarderías a sus empleados, provoca que los trabajadores no sepan dónde dejar a sus hijos mientras trabajan.
– Aspiración a un estilo de vida inalcanzable. Como mencionábamos anteriormente, el modelo aspiracional de mujer u hombre que tiene instaurada la sociedad hoy en día es un modelo imposible de alcanzar.
Debemos estar físicamente perfectos, practicar ejercicio regularmente, llevar una dieta equilibrada, ayudar a nuestros hijos con las tareas escolares y asegurarnos que todas sus necesidades y demandas se cumplan, mantener nuestra vida social activa, lograr el éxito en nuestra carrera profesional, tener tiempo para nosotros mismos, para nuestra pareja…
Es imposible lograr todo esto sin ayuda, ya que por muy bien que nos organicemos, la sobresaturación de tareas en algún momento puede afectar a nuestro bienestar.
Cómo lograr una conciliación efectiva.
Si queremos evitar situaciones de estrés, irritabilidad o falta de rendimiento es aconsejable establecer una serie de pautas que debemos seguir para lograr una conciliación de la vida tanto laboral, familiar, personal y social efectiva.
– Sensibilizar y cambiar mentalidades en cuanto al reparto de roles.
Establecer un reparto equitativo de los roles en las tareas del hogar es crucial. Hacer un calendario semanal en la pareja puede ser de gran utilidad.
– En ocasiones es recomendable pedir ayuda.
Muchas veces por mucho que intentemos llevarlo todo adelante, es importante pedir ayuda para poder sacar más tiempo para nosotros. Por ejemplo contratar una empleada del hogar para que se ocupe de las tareas domésticas o una niñera que cuide de nuestros hijos es una inversión en nosotros mismos.
– Establecer condiciones laborales que permitan compatibilizar el trabajo y las responsabilidades personales y familiares.
Es importante mediar con nuestras empresas y tomar nuestros derechos como madres y padres trabajadores.
– Debemos encontrar tiempo para la recuperación. Es necesario que saquemos tiempo para nosotros mismos y para hacer lo que nos gusta, para mimarse. Leer aquel libro que estás deseando empezar, pasar una tarde en el cine con tus hijos, una escapada de fin de semana con tu pareja o un baño relajante. Recuerda que tú eres lo más importante.
– Organización efectiva. Disponer de una agenda para gestionar nuestro tiempo y organizar nuestra semana, estableciendo nuestras tareas en importantes, poco importantes,urgentes y no urgentes nos ayudará a llevar todo adelante de una manera más efectiva.
Como has podido observar, una correcta conciliación es imprescindible para nuestro bienestar. En Aecetia hacemos que la conciliación de la vida profesional y personal sea posible facilitándole las labores domésticas. Así, sólo deberás preocuparte de disfrutar de tu familia, nosotros nos encargaremos del resto.
