El final de las vacaciones siempre viene acompañado de una temida noticia por todos… ¡vuelta al trabajo! Y es que retomar la rutina puede afectarnos anímicamente con más intensidad de la que pensamos. Te damos algunos consejos para afrontarla con éxito.
Después de unas merecidas vacaciones de relax y desconexión toca regresar a la rutina, y esto puede afectarnos de tal manera que podríamos llegar a sufrir la famosa depresión postvacacional. Los síntomas son algunos como la apatía, desmotivación e incluso ansiedad. Por eso, para que puedas volver a tu rutina sin problemas, te contamos cómo hacerle frente de la mejor manera posible.
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Empieza la adaptación con tiempo
Es muy aconsejable que, un par de días antes de volver al trabajo, intentes retomar tu horario habitual. Esto ayudará bastante a que la vuelta al trabajo no sea tan dura ya que irás acostumbrándote al horario poco a poco.
Con esto nos referimos tanto al horario de sueño como al de comidas, ya que durante las vacaciones solemos acostarnos y levantarnos más tarde por lo que todo nuestro horario de comidas también se ve alterado.
Sé optimista
Otro aspecto muy importante para retomar la vuelta a la rutina y no morir en el intento es el optimismo. Adoptar una actitud positiva e intentar ver el lado bueno de las cosas te ayudará a mitigar tu depresión postvacacional.
Esto puede no resultar fácil en un principio, pero tendrás que hacer un esfuerzo y pensar en todas las cosas buenas que tiene la vuelta a la rutina, como disfrutar de comidas con los compañeros del trabajo o retomar tus clases de pilates.
Para impulsar tu optimismo, puedes intentar adoptar hábitos saludables que te ayudarán a sentirte más saludable, y con ello, más feliz. Haz deporte, adopta una dieta equilibrada, ten unos horarios establecidos y, sobre todo, dedica tiempo para ti.
Comienza poco a poco en el trabajo
Una vez que hayas empezado de nuevo tu jornada laboral, tendrás que ir adaptándote poco a poco a ella. Para que el cambio no sea tan abismal, intenta no sentir toda la responsabilidad sobre tus hombros.
Debes procurar no agobiarte con demasiadas tareas desde el principio, y tratar de ir recuperando tu ritmo de trabajo poco a poco. Permítete descansar si ves que estás demasiado cansado, y no te sobre esfuerces ya que lo único que conseguirás será desanimarte aún más. Lo último que queremos es alimentar nuestro estrés postvacacional.
Además, volver a la rutina no implica dejar el ocio de lado. Busca tiempo para dedicarte a tí mismo, a tus hobbies, familia y amigos. En compañía, la depresión postvacacional se lleva mucho mejor.
Tareas del hogar
Delegar las tareas del hogar puede hacer que nuestro regreso al trabajo no sea tan estresante. Cuando volvemos de las vacaciones, lo último de lo que tendremos ganas es de tener que limpiar la casa, por lo que esta opción puede ahorrarnos una preocupación innecesaria.
Además también podemos sentirnos estresados por el cuidado de los hijos, ya que es posible que con la vuelta al trabajo tengamos problemas de horarios para dedicarles el tiempo que necesitan, como puede ser recogerlos del cole. Por ello, una buena opción sería contratar una persona que te ayude con tus hijos.
La depresión postvacacional es un síntoma que se repetirá cada año, sin embargo, esperemos que estos tips te ayuden a sobrellevarla de la mejor manera posible.