Las manchas de pintura son unas de las más difíciles de quitar de la ropa, especialmente las que tienen una base de aceite. Es difícil pero no imposible. A continuación, te damos unos cuantos consejos para limpiar este tipo de manchas y que la ropa quede como nueva.
Pintar la casa suele ser un trabajo largo y complicado, pero el proceso no se acaba ahí, ya que después toca limpiar y lo más probable es que la ropa que lleves puesta haya acabado manchada. Vamos a ver cómo quitar estas manchas según el tipo de pintura que hayas utilizado, pero antes algunos consejos para antes de pintar que pueden ahorrarte tiempo.
Lo primero antes de ponerte a limpiar es mirar las etiquetas de las prendas manchadas. Es importante conocer las indicaciones de lavado para evitar estropearlas en el proceso de limpieza. Nunca intentes quitar este tipo de manchas metiendo la ropa directamente a la lavadora, esto sólo conseguirá que se fije más y que sea más difícil de eliminar después.
Una vez hayas tenido en cuenta estos primeros consejos, tienes que identificar de qué tipo de pintura es la mancha, ya que el tratamiento será diferente, dependiendo si es de base de agua o de aceite.
Cómo quitar manchas de pintura con base de agua
Este tipo de pintura es la que se suele utilizar en manualidades, por lo que se seca más rápido y son mucho más fáciles de quitar. Debes aplicar sobre la mancha una mezcla de agua y detergente para lavavajillas (mezclado a partes iguales). Este proceso tienes que hacerlo frotando desde la parte de atrás de la prenda.
Es recomendable que coloques una bayeta o un papel secante por la otra parte para recoger la pintura cuando se desprenda, ya que puede que manche otra prenda o la superficie sobre la que estás apoyado.
Cómo quitar manchas de pintura con base de aceite
Este tipo de pintura es la que se suele utilizar en zonas al aire libre o para las paredes de la casa, por eso es más resistente al paso del tiempo y por lo tanto sus manchas son más difíciles de quitar de la ropa. Lo mejor es hacerlo cuando la pintura esté todavía húmeda, ya que, si se saca, es todavía aún más difícil de limpiar.
Para este método de limpieza, vas a necesitar disolvente de pintura (se puede encontrar en cualquier tienda especializada), detergente líquido y agua. Lo primero es aplicar un poco de disolvente sobre la mancha y raspar para que se vaya lo máximo posible. Lo mejor es hacerlo con una cuchara para no dañar la tela.
Una vez haya desaparecido la mancha, mete la prenda en un barreño con agua y lávala con detergente neutro para eliminar cualquier rastro de la pintura y del disolvente, que también puede dañar el tejido.
Como ves, las manchas de pintura son de las más difíciles de eliminar, por lo que en estos casos es mucho mejor prevenir que curar. Por lo tanto, a la hora de pintar, procura llevar ropa vieja o que ya no utilices para no tener ningún disgusto después.
Por mucho cuidado que tengas, es inevitable que algo de pintura caiga sobre la ropa, por lo que ten preparado todo lo que necesitas para limpiar, porque lo mejor es tratar la mancha cuando está húmeda y no dejar que se seque.
La última opción en el caso de que la mancha sea imposible de quitar es pensar en una forma de modificar dicha prenda. Por ejemplo, si la parte afectada está en la manga, se puede intentar doblar o directamente cortarla. Si la mancha es mucho más visible, como en el pecho, prueba a buscar un parche que pueda cubrirla.