La túnica de nazareno es una prenda muy especial, cara y delicada, por lo cual es muy importante mantenerla en buenas condiciones y realizar una limpieza y conservación adecuadas. En nuestro post especial para Semana Santa, te damos algunos trucos para limpiar el terciopelo de la túnica.
Se acerca la Semana Santa y es el momento de empezar a prepararse para que todo esté perfecto y salga bien en esta época tan especial del año. La túnica de nazareno es una de las partes más importantes que hay que mantener en buenas condiciones y limpiarla en profundidad.
Al ser una prenda tan delicada, hay que tener en cuenta una serie de consideraciones para que no se estropee, así que, a continuación, veremos unos cuantos consejos para el mantenimiento de la túnica en condiciones y también para limpiar el terciopelo, un tejido con el que hay que tener mucho cuidado a la hora de tratarlo.
El terciopelo puede llegar a estropearse durante diferentes procesos de la limpieza. Por ejemplo, utilizar un producto de limpieza demasiado alcalino o aplicar demasiado calor durante el planchado son algunas razones por las que la túnica puede dañarse. Por lo tanto, es necesario tener mucho cuidado y tratar muy bien esta prenda tan especial.
Recuerda también guardar las etiquetas del fabricante, donde se indica su composición y la forma recomendada de limpieza y conservación. Al fin y al cabo, son los que mejor saben cómo tratar su producto. Después de estos breves consejos, veamos cómo limpiar correctamente el terciopelo de la túnica de nazareno.
Consejos para limpiar el terciopelo
En primer lugar, siempre debes guardar la túnica limpia de un año para otro. Probablemente tengas que darle un repaso unos días antes de ponértela, sobre todo por el polvo acumulado durante ese tiempo, pero nunca dejes la túnica sucia en el armario porque la suciedad penetrará en el tejido, será más difícil de quitar e incluso puede estropear el resto de la túnica.
Como decíamos, es normal que se acumule algo de polvo, por lo que vamos a ver cómo hacer que la túnica quede impoluta para salir en procesión. Para eso tan sólo tienes que utilizar un cepillo de cerdas blandas y pasarlo con cuidado y delicadeza en la dirección del pelo. De esta forma tan sencilla, nos desharemos de todo el polvo que puede haberse acumulado en el año que ha pasado guardada en el armario.
Aunque no es recomendable comer con la túnica puesta, hay veces que no nos queda otra y puede ser que terminemos manchándola. Para quitar esta mancha de comida, utiliza una esponja suave con una mezcla de agua y alcohol y frota con cuidado, sin hacer mucha presión ni movimientos bruscos.
En el caso de que no consigas quitarla, puede ser que la mancha sea demasiado grasienta, por lo que hay que recurrir a los polvos de talco. Echa estos polvos sobre la zona para que atrape toda la humedad, déjalo actuar un día entero si es necesario y luego vuelve a utilizar la esponja con la mezcla de agua y alcohol.
Cómo planchar la túnica de terciopelo
Como comentamos antes, el planchado es uno de los procesos más delicados para el terciopelo de la túnica y hay que tener mucho cuidado a la hora de hacerlo. Lo principal es que la plancha no entre en contacto directo con la tela.
Por esta razón, el planchado debe hacerse con vapor, así que coloca la plancha cerca de la túnica y ve echando vapor poco a poco sobre las zonas que están más arrugadas. Otra opción es colgarla en el baño y aprovechar el vapor del agua caliente de la ducha para que haga el mismo efecto, pero hay que tener mucho cuidado de no salpicar.
Sabemos que las manchas de cera son muy habituales en las túnicas de nazareno, por eso el año pasado nos centramos en este problema y os dimos varios consejos para dejar la túnica como nueva para la próxima procesión.
Si después de seguir todas estas recomendaciones o no te sientes suficientemente seguro para llevarlas a cabo (la túnica de nazareno es una prenda muy delicada e importante), lo mejor será que recurras a los servicios de un profesional o la lleves a una tintorería.
