No hay nada como una cama recién hecha; con sábanas, edredones y almohadas limpias. Especialmente en la temporada de invierno, cuando nuestra cama nos parece más apetecible que nunca. ¿Pero están realmente limpias nuestras sábanas? Estas, forman parte del lugar donde nos relajamos, leemos, dormimos… y acumulan sudor y polvo, lo cual puede llegar a ser perjudicial para nuestra salud. A continuación, te desvelamos los mejores trucos para lavar la ropa de cama y las sábanas.
Esa sensación reconfortante que tenemos al poner las sábanas y nuestra ropa de cama limpia, no solo está en nuestras mentes. De hecho, los estudios demuestran que existe un vínculo real entre la cama limpia y fresca y la forma en que dormimos.
Según una investigación llevada a cabo en EE.UU., el impacto positivo de la ropa de cama limpia y fresca es de gran alcance; el 73 por ciento de las personas sienten que las sábanas limpias son un factor importante para dormir por la noche.
Por este motivo, y para evitar el crecimiento de gérmenes y ácaros que generan problemas de salud, te contamos algunos tips para que tus sábanas queden relucientes. ¡Sigue leyendo para descubrirlos!
La regla de oro: lava frecuentemente tus sábanas y ropa de cama
La única manera de sentir esa sensación de frescura y limpieza en tus sábanas es lavándolas. Puede ser que muchas personas opten por una limpieza quincenal o entre tres y cuatro semanas; pero lo recomendable es lavarlas semanalmente.
La forma en la que laves tus sábanas dependerá del tipo de ropa de cama que tengas; pero en general, un lavado normal es suficiente para que estén limpias y frescas. Te recomendamos que laves las sábanas y la ropa de cama por separado del resto de ropa, ya que es la mejor forma de evitar que estas se impregnen de pelusas y generen alergias.
Quita el cubre almohadas, sábanas y funda nórdica y elige un buen detergente de alta calidad. De esta forma, obtendrás un descanso placentero y agradable, evitando además futuros problemas en la piel y sistema respiratorio.
Por último, asegúrate de mirar los símbolos de lavado que aparecen en la etiqueta del fabricante, ya que algunas sábanas están compuestas de unas fibras más delicadas y hay que lavarlas de forma especial.
Usa agua caliente para desinfectar tus sábanas y ropa de cama
El mejor aliado para desinfectar tus sábanas y ropa de cama es el calor, siendo así la mejor opción lavarlas con agua caliente. Esta técnica elimina las bacterias, virus e incluso mata a los ácaros del polvo alojados en tu ropa de cama.
Pero ¡ojo! Aunque sea un método efectivo, no pongas una temperatura muy alta ya que pueden sufrir quemaduras mientras se lavan.
Opciones al agua caliente para desinfectar tus sábanas y ropa de cama
Puede ser que tu ropa de cama esté elaborada con fibras más delicadas, por lo no es una buena opción usar agua caliente para lavar, ya que el calor puede deteriorarlas o incluso encogerlas.
Sin embargo, existe otra manera para lavar y desinfectar tu ropa de cama y las sábanas de manera eficaz y eficiente.
El primer paso es lavarlas con agua tibia o a temperatura ambiente, y posteriormente, introducir la ropa de cama en la secadora durante unos minutos. La temperatura debe de ser alta para quitar los gérmenes y ácaros. Finalmente, sácalas de la secadora para evitar el olor a humedad y prevenir también las arrugas en ellas.
Truco casero para blanquear las sábanas: bicarbonato, vinagre y limón
Puede pasar que al usar con frecuencia las sábanas blancas se vuelvan más amarillentas, pero no te preocupes. Existen productos caseros que seguro tendrás a mano para que estas prendas vuelvan a su color original.
Puedes usar bicarbonato de sodio, vinagre o zumo de limón. Si usas el bicarbonato, solo tienes que agregar media taza en el detergente que utilices al lavar. Si es vinagre blanco, es entre media y una taza del producto a la cantidad del detergente que vas a usar. En cambio, si es zumo de limón, con un cuarto de taza es suficiente para lavar.
Seca bien las sábanas y tu ropa de cama
Una vez lavada la ropa de cama, te recomendamos secarla lo más rápido posible, para que siga oliendo a recién lavado y sintiéndose fresca. Para ello, la mejor manera de secar la ropa es al aire libre, te dará una sensación de secado suave y difícil de superar.
También te asegura que tus sábanas terminen completamente secas, un factor importante antes de guardarlas. Una buena idea es tener uno o dos juegos de cama de repuesto, y así no tener que esperar a que seque la ropa antes de volver a hacer la cama, lo que te permitirá cambiar tus sábanas con regularidad.
Plancha y almacena tu ropa de cama correctamente
Si buscas disfrutar de unas sábanas sin arrugas y con gran frescura la mejor solución es plancharlas. Pero ¡ojo! Como hemos dicho antes, aquí también es importante leer la etiqueta del fabricante, ya que depende de cómo sean tus sábanas, será mejor plancharlas a una temperatura u otra.
Las sábanas de tejidos naturales como el algodón o el lino, requieren de un planchado con temperatura elevada para quedar bien. Si son de seda, la plancha solamente tiene que estar templada. Y si están confeccionadas con fibras sintéticas, se deben planchar a baja temperatura.
La función de vapor de la plancha, también te puede ayudar mucho a la hora de eliminar las arrugas marcadas.
Una vez planchadas, las sábanas deben doblarse antes de guardarse, para así mantenerlas limpias, frescas y sin polvo. Una opción para conservarlas organizadas es guardar la ropa de cama dentro de las fundas que le corresponden.
Ventila tu cama
Por último, para mantener la ropa de cama y las sábanas suaves y con olor fresco por más tiempo, es importante ventilar todo con regularidad. Esto ayudará a evitar que se formen malos olores y humedad en tu cama.
Empieza por doblar hacia atrás los edredones y mantas, incluso puedes colgarlos en un tendedero. A continuación, amasa las almohadas para darle forma y sepáralas para que se ventilen.
Por otro lado, también es buena idea ventilar el colchón pero no con la misma frecuencia. Intenta darle a este un poco de tiempo para respirar cuando cambies las sábanas. Puede ser que en la etiqueta del fabricante especifique si es beneficioso o no rotarlo todos los meses.
Hasta aquí, nuestros trucos para lavar las sábanas y ropa de cama. No son pasos muy difíciles de hacer, por lo que esperamos que te hayan servido de utilidad. Los resultados son impecables y tendrás una sensación de comodidad y frescura, ¡será difícil no pasar un ratito más en la cama!
Desde Aecetia, sabemos lo difícil que puede llegar a ser tener todo siempre bajo control y perfectamente limpio, pero para eso estamos nosotros, para ayudarte en las tareas del hogar siempre que lo necesites.
Ya sea de manera recurrente o puntual, puedes contratar nuestros servicios de limpieza, ¡nosotros nos encargamos de todo!
