Parece que los niños de hoy en día se aburren pronto de cualquier juguete y muchas veces, prefieren los aparatos electrónicos, ¿recuerdas lo bien que lo pasabas de chico montando y desmontando juguetes?
Ahora con las vacaciones de verano o incluso en los fines de semana, los niños tienen mucho tiempo libre que pueden dedicar a hacer cosas nuevas; por ejemplo, ¡crear juguetes con materiales reciclados!. Casi cualquier cosa que tengamos por casa puede servir con un poco de imaginación para crear un divertido juego. Además, los juguetes hechos a mano siempre tienen un valor muy especial. Si has visto la última película de Toy Story sabrás bien de lo que hablamos (tranquilos, no vamos a hacer spoiler).
Motivos por los que los niños deben hacer sus propios juguetes
El hecho de que los niños fabriquen sus propios juguetes potencia en gran medida su imaginación y hace que ganen autonomía al aprender a hacer cosas por ellos mismos. Además, cuando lo hayan terminado sentirán una gran satisfacción y lo valorarán mucho más que cualquier otro juguete comprado. Así mismo, también aprenderán que no todo se compra. Hay que educar a los niños desde pequeños que hay cosas en la vida que no se pueden comprar y, que otras muchas no son realmente necesarias. Supone también una forma fantástica de que comprendan la importancia del reciclaje y que casi todo puede tener múltiples utilidades, consiguiendo además juguetes totalmente personalizados y únicos. Por otro lado, si decidís hacer los juguetes caseros todos juntos en familia, fomentaréis el trabajo en equipo y fortaleceréis lazos familiares. Además, aprenderán a disfrutar el proceso y pasaréis un rato divertido consiguiendo juguetes originales. A continuación te mostramos dos ideas.Algunos ejemplos de juguetes hechos a mano
Un juego que nunca pasa de moda es el futbolín, ¿verdad? Podéis crearlo con vuestras propias manos y personalizar los muñecos para formar un equipo con los miembros de la familia. Para ello, necesitaréis los siguientes materiales: Pegamento, tijeras, rotuladores, palillos de brocheta y de helado, cartulina, una caja de zapatos y una pelota de plástico pequeña. El primer paso será crear los muñecos que se harán con la cartulina. Debéis dibujar un triángulo para el cuerpo y un un círculo para la cabeza. Después, podéis personalizarlos y crear vuestro propio jugador. Cuando esté listo, lo recortáis y pegáis un palo de helado por detrás a cada uno.