El día a día en el hogar suele ser ajetreado y no te deja mucho tiempo para limpiar tan a fondo ni con la frecuencia que te gustaría. En los objetos de aluminio, tanto la suciedad como la grasa se acumulan y no sabes qué hacer para eliminarla por completo. Desde Aecetia te traemos algunos trucos para que el aluminio vuelva a brillar como el primer día.
El aluminio es un material muy presente en todos los hogares, especialmente en la cocina, donde las manchas y la grasa aparecen con mucha frecuencia. También puedes encontrarlo en muchos otros lugares de la casa: el marco de las ventanas, en partes de la mampara de la ducha, lámparas, objetos decorativos….
Con estos trucos caseros podrás limpiar el aluminio utilizando objetos fáciles de conseguir. ¡Empezamos!
Jabón suave y una esponja
La primera opción y la más “amigable” con las superficies de aluminio es jabón suave y una esponja. Si se trata de un mantenimiento y no hay manchas muy grandes o incrustadas, este método debería funcionar.
Puedes utilizar jabón para vajilla o cualquier otro jabón no abrasivo que tengas en casa. Con ayuda de una esponja y agua caliente, limpia toda la superficie para eliminar cualquier resto de suciedad.
Para evitar los feos arañazos en el material, asegúrate de no estar utilizando una esponja metálica. Si utilizas el estropajo de lavar los platos, hazlo siempre por la parte suave y así no se irá el brillo del metal.
Limpiar el aluminio con levadura
Si la suciedad es mayor y el agua con jabón no ha funcionado, es hora de pasar a la acción con nuestros trucos caseros.
En otros artículos, como el de cómo limpiar el cobre, te hemos hablado del poder del bicarbonato de sodio para eliminar manchas. En esta ocasión, vamos a utilizar la levadura, que produce un efecto muy similar al del bicarbonato.
Para hacerlo necesitarás uno o dos sobres de levadura, dependiendo de la superficie que quieras limpiar. Por ejemplo, para una olla grande vas a necesitar dos sobres, mientras que si lo que quieres limpiar es un cazo pequeño, con uno bastará.
Mezcla la levadura con un poco de agua para conseguir una pasta, ve añadiendo el agua poco a poco para que la mezcla no quede demasiado líquida. Una vez tengas la pasta, aplícala por toda la superficie y espera unos minutos. Pasado este tiempo, retirala con agua y seca bien con un trapo para evitar manchas.
La pasta de levadura desincrusta la suciedad y la grasa pero es inofensiva para el aluminio, por lo que no tienes que preocuparte por que pierda el brillo.
Limón para las manchas en el aluminio
El limón es otro de nuestros grandes aliados en la limpieza, desde quitar las manchas de sudor hasta limpiar la campana extractora, hay pocas cosas que se le resistan. Para este truco puedes utilizar cualquier cítrico, aunque lo más habitual es tener un limón en casa.
En primer lugar lava el objeto con agua y jabón para eliminar la suciedad fácil. Después, corta una rodaja de limón y frota con ella toda la superficie de aluminio, insistiendo especialmente en las manchas, observarás como van desapareciendo poco a poco.
Cuando termines, lava el objeto con agua y sécalo bien para que no queden manchas. Si al secar ves que no ha quedado completamente limpio, puedes volver a repetir el proceso para que las manchas desaparezcan por completo.
Cómo limpiar el aluminio blanco de las ventanas
A la hora de limpiar las ventanas de aluminio blanco, lo mejor es hacerlo con agua y jabón como comentamos al principio de este artículo. Si buscas una limpieza más profunda, puedes utilizar amoniaco.
En un recipiente mezcla agua y amoníaco y moja un trapo o esponja con la mezcla, después frota todo el marco de la ventana. Cuando hayas terminado, puedes pasar un paño seco para eliminar los excesos. Te recomendamos que uses guantes de limpieza para no dañar tu piel.
Cuando utilices amoniaco para limpiar en el hogar, asegúrate de que este producto no se mezcle en ningún momento con lejía, ya que la reacción química que se produce entre ambos es tóxica para las personas.
Cómo quitar el óxido del aluminio
Si la superficie que quieres limpiar está oxidada, no te preocupes, también hay solución. En este caso recurriremos al vinagre, que ha demostrado ser un buen producto para limpiar distintos tipos de superficies.
También puedes utilizar ketchup, que tiene un alto contenido en vinagre y es más denso, lo que hará más fácil la limpieza de superficies curvas como una olla, ya que el producto no se resbala por los lados.
Coloca alguno de los dos productos sobre la mancha de óxido y deja que actúe durante cinco minutos. Después, con ayuda de un cepillo de dientes viejo o que solo utilices para la limpieza, frota la mancha con fuerza suficiente para desincrustar el óxido. Una vez eliminada la mancha, aclara el objeto con agua y sécalo.
Si la mancha que intentas limpiar está muy incrustada, deja que el producto actúe durante más tiempo o lleva a cabo la limpieza en diferentes días para eliminar la mancha sin dañar el metal.
Hasta aquí nuestros trucos de hoy, con ellos verás lo fácil que te resulta limpiar superficies de aluminio sin frotar demasiado y con productos asequibles. Seguro que alguno de nuestros consejos te sirve para eliminar esas manchas persistentes.
Lo ideal es que puedas limpiar tus objetos de aluminio de forma habitual, de manera que no se acumule demasiada suciedad, pero sabemos que con los ritmos de vida actuales, muchos días la limpieza del aluminio es lo último en lo que piensas.
En Aecetia estamos para ayudarte a hacer tu vida más fácil, por eso puedes contar con nuestro servicio de limpieza a domicilio cuando quieras, ya sea de forma recurrente o para un momento puntual en el que necesites algo de ayuda extra.
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