El paso del tiempo, los factores atmosféricos y la acción humana afecta de forma directa a las fachadas de las casas. Estas superficies, son la cara visible de nuestro hogar y la primera impresión que tenemos de él, por lo que debemos hacer lo posible por mantenerlas correctamente. De hecho, además de ser antiestético, no realizar un mantenimiento adecuado de las fachadas puede afectar a su estructura interna en forma de humedades y filtraciones. Sigue leyendo para descubrir cómo limpiar una fachada correctamente.
Si la fachada no está sometida a un mantenimiento periódico, puedes tener problemas tanto a largo como a medio plazo. En primer lugar, su estética dejará mucho que desear, ya que el material adquirirá tonos grises y negros.
Pero además, por otro lado, la estructura empezará a debilitarse, hasta que llegue el caso extremo de que algunas partes lleguen a romperse. Por ello, es importante que protejas y limpies la fachada continuamente.
Sigue leyendo para descubrir las principales causas del deterioro de fachadas y saber cuándo y cómo debes limpiarlas para hacerlo de la mejor forma posible.
Principales causas del deterioro de la fachada
La contaminación
Es muy normal que los gases contaminantes de los vehículos y el factor humano produzcan un deterioro en las fachadas, ennegreciendo y estropeando estas superficies.
Además, también se produce suciedad por los agentes atmosféricos como la lluvia o el viento. Donde se posicionan las partículas contaminantes sobre la superficie de la fachada.
La humedad
Una de las principales causas de la aparición de manchas en las fachadas, se debe a problemas de filtración. Lo cual afecta a la estética de la casa con la aparición de manchas o moho.
Este hecho puede afectar a la salud de las personas que vivan en el edificio, así como a la estructura interna.
Humo o pequeños incendios
La aparición de manchas debido al humo o fuegos en alguna parte de la fachada hace que parezca más vieja y descuidada. Además, estas manchas suelen ser bastante difíciles de quitar, por lo que es aconsejable que utilices pinturas antimanchas a la hora pintar la fachada.
El paso del tiempo
El tiempo es un factor determinante en el deterioro de las fachadas y, aunque no podemos detener su acción, si podemos suavizar sus efectos realizando un mantenimiento a lo largo del tiempo. Un cuidado continuo es la mejor opción para luchar contra los efectos del tiempo en tu fachada.
Una vez están claras las causas que hacen que las fachadas se deterioren, es el momento de buscar una solución. ¡Vamos a ello!
Soluciones para limpiar una fachada dependiendo de la mancha
Cómo limpiar una fachada que tiene pintura
Antes de nada debes distinguir si el problema es estético, como por ejemplo, una pintada o grafiti, en el que para eliminarlos existen productos específicos que te pueden dar el mejor resultado.
Eso sí, antes de aplicarlos es importante que leas muy bien las indicaciones del fabricante. Además, después de eliminar las pintadas protege tu fachada con productos específicos que te permitan limpiar fácilmente posibles pintadas futuras.
Intenta quitar las pintadas raspando con cuidado para no estropear la pared. Puedes usar un cepillo, pero probando primero en una zona pequeña para asegurarte de que el ladrillo no se daña.
Cómo limpiar una fachada que tiene humedad
Por otro lado, si lo que afecta a tu fachada son las humedades, necesitas una solución inmediata antes de que el problema vaya a más. La eflorescencia es una especie de espuma seca que se crea en las paredes, muy parecida a la humedad.
En este caso, la mejor solución es limpiar la fachada con agua y un cepillo, raspando con fuerza. Si la suciedad no se elimina con agua, puedes utilizar ácido muriático mezclado con mucha agua, frota con suavidad y después aclara con agua limpia.
Cómo limpiar una fachada que tiene óxido
La manera más efectiva de limpiar una fachada con óxido es aplicar lejía sobre la zona afectada, dejar actuar durante 10 minutos y después aclarar con agua.
Lo ideal es que antes de aplicar el producto, hagas una prueba en una zona pequeña para comprobar que la lejía no estropea la pared. Si no se deteriora, pero el óxido no sale, puedes utilizar ácido oxálico mezclado con agua. Déjalo actuar cinco minutos y enjuágalo después.
Recomendaciones para un buen mantenimiento de tu fachada
Lo ideal para garantizar el buen estado de tu fachada es realizar limpiezas de manera periódica. Realizar una o dos limpiezas al año, evitará que la suciedad se acumule en las superficies.
Además, después de utilizar un limpiador específico, te aconsejamos aplicar algún producto que actúe como protector. De esta forma, evitarás la futura aparición de hongos.
Como hemos comentado, la protección es un factor clave en el mantenimiento de tu fachada. Por eso, utilizar productos hidrofugantes para su cuidado siempre será un acierto y ayudará a prevenir futuros problemas de tu vivienda.
¿Qué te han parecido estos consejos? Con ellos, conseguirás tener la facha perfecta en sintonía con el resto de tu hogar.
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